El aparatoso accidente de Maluma en un yate en Ibiza por el que necesitó asistencia médica

Maluma llevaba varias semanas en la isla de Ibiza y, aunque su visita se debe a las actuaciones que tenía programadas en su calendario para estos días, el artista colombiano ha sido capaz de encontrar hueco para disfrutar de la belleza natural que ofrece este lugar.

Ya conocemos la energía con la que el cantante arrasa en los escenarios como cuando pasó por Madrid en su ‘Papi Juancho Europe Tour’, donde fue capaz de poner a bailar a todo el Wizink Center al ritmo de sus temazos más emblemáticos. Pues parece que en su tiempo libre Papi Juancho tampoco es capaz de parar quieto.

La opción para pasar el tiempo libre en Ibizasu tras dar su último concierto fue un yate con el que disfrutar de los placeres que pudiera ofrecerle la isla junto a amigos y familia. Fue allí donde sucedió el accidente por el que tuvo que recibir asistencia médica.

El autor de ‘Hawai’ se encontraba en mitad de su travesía el martes pasado cuando resbaló y se golpeó con un tubo. Este percance asustó a quienes le acompañaban en el barco, ya que el artista comenzó a sangrar. “Me resbalé en el bote y me golpeé con un tubo en la mitad del dedo gordo y el que sigue. Se abrió me la piel, una belleza”, explicaba Maluma a través de su cuenta de Instagram sobre su accidente.

Por suerte no tardó mucho en acudir un medico para curar el corte que se había hecho entre los dedos del pie. Mientras tanto el cantante publicaba una foto en la que decía: “Yo aquí, tranqui, dando un autógrafo, mientras me cierran la herida del pie”. El doctor que acudió en su ayuda fue Carlos Fourcade, el entrenador del Inter Ibiza, al que Maluma describía como un “genio que me hizo una curación impecable”.

Pero aquí no termina el pequeño reportaje que el colombiano decidió publicar sobre su accidente en las historias de Instagram. Horas más tarde, cuando abandonaba la isla ibicenca en su jet privado, el cantante no dudó en bromear sobre la pequeña las pequeñas molestias que le ha dejado el corte entre los dedos. Afortunadamente no le queda más que una pequeña cojera sobre la que comentaba entre risas que "Lo bueno es que el swag es natural, sin esfuerzo".