La drástica decisión de Irene Rosales y Kiko Rivera que cambiará su vida y la de su familia por completo
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Irene Rosales no está pasando por su mejor momento. Y es que la lucha que tiene su marido, Kiko Rivera con su madre, Isabel Pantoja, está consiguiendo que cada día más se asienten en su casa la prensa y los medios. Algo por lo que han tenido que tomar una dedeicisón y que no han dudado en contar en directo.
No es de extrañar que Irene haya llegado a un punto de no retorno y haya tenido que explotar, llegando incluso a plantearse la opción de mudarse de casa.
Irene Rosales y Kiko Rivera y sus proyectos de futuro
Aunque tanto Irene Rosales como Kiko Rivera tienen claro que quieren dar un giro en sus vidas para estar más tranquilos, todavía no han podido hacerlo por motivos económicos. Ha sido en ‘Viva la vida’ donde el compañero de la colaboradora, José Antonio Avilés ha contado que Irene ha visitado esta semana una vivienda y que está pensando en mudarse. “No entra en mis planes cambiarme de casa ahora mismo”, decía la colaboradora, “ahora mismo no puedo meterme en ningún tipo de compra”, aunque tanto ella como su marido tienen claro que es el próximo paso que van a dar en la vida.
“Tengo que cambiar un poquito de donde estoy porque estoy a pie de calle”, explicaba en referencia a que vive en una urbanización muy transitada, a pie de calle, de fácil acceso y que “cuando no recibo cartas, está la prensa o gente que quiere hacerse fotos”. Y sobre esto, Irene ha asegurado que “queremos un poco más de intimidad”.
Y es que tanto el Dj como la colaboradora no están pasando por su mejor momento tras encontrarse cada semana con un nuevo trámite y una nueva noticia en la batalla legal por la herencia de Paquirri contra Isabel Pantoja. Algo que les ha llegado a afectar emocional y psicológicamente y por lo que están planteando trasladarse a un lugar más alejado de todo el foco de atención: “Busco una casa teniendo en cuenta que somos Kiko y yo y tres niños”, ha comentado haciendo referencia a sus dos hijas y a las épocas que el hijo de Kiko Rivera y Jessica Bueno pasa junto a ellos. También explicaba cómo tenía que ser la casa: “con cuatro o cinco habitaciones. Una para cada niño y Kiko necesita su despacho”, decía, afirmando que pensar en mudarse es algo que les hacía muy felices.
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