La confesión más dura de Pepe Rodríguez en 'MasterChef': "Estaba al límite"

El famoso chef toledano y jurado de 'MasterChef', Pepe Rodríguez, confesó la delicada situación que vivía antes del programa
La confesión más dura de Pepe Rodríguez en 'MasterChef': "Estaba al límite"

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Pepe Rodríguez ha realizado una de las confesiones más duras que se recuerdan en 'MasterChef'. El cocinero y jurado del programa de Televisión Española (TVE) reveló en la gran final de este lunes sus graves problemas antes de que le seleccionasen como jurado del 'talent' culinario.

La final de la edición más polémica

'MasterChef' ya conoce a la ganadora de su octava edición de anónimos. Una edición de lo más complicada que se ha convertido en una de las más vistas de su historia. Todas las entregas han estado marcadas por un casting de aspirantes más enfocados a la polémica que a la buena cocina, sin embargo, todo se veía afectado por esa pandemia que pillaba a todo el mundo de sorpresa.

El programa veía interrumpidas sus grabaciones a mitad de concurso, y los aspirantes debían vivir más de 40 días confinados juntos. Finalmente las grabaciones se retomaban y las últimas entregas salían hacia delante consiguiendo que no hubiese ninguna semana sin emitir programa.

De esta manera también se han querido acordar a la vuelta del confinamiento de uno de los sectores más castigados por el COVID-19, el de la hostelería, que veía como debía cerrar sus locales durante el estado de alarma, y que todavía sufre los achaques de esta situación. Incluso los hay quienes no han superado los gastos económicos, han tenido que bajar la persiana y cerrar su local.

La confesión más dura de Pepe Rodríguez

Desde la reanudación de las grabaciones, cada prueba de exteriores ha ido dedicada a personas que lo han pasado mal por culpa de esta pandemia, desde personas con dificultades para conseguir comida, hasta cocineros que habían echado una mano durante estos meses.

En la final también se ha querido marcar la difícil situación que vive actualmente la hostelería. Por esa razón, la prueba exterior de la final se realizaba en El Bohio, el restaurante de Pepe Rodríguez en Illescas. El toledano ha hecho una gran reforma en el restaurante, pero de momento no ha podido abrir al público: "Se me cae el alma a los pies", admitía el chef. Por su parte, sus compañeros alagaban los cambios: "Esto me huele a dos estrellas Michelin", le felicitaba Samantha, mientras que Pepe admitía que no está la situación para estrellas.

Más tarde, Rodríguez presentaba la prueba a los aspirantes que buscaban un hueco en la final; Alberto, Iván y Luna. Sorprendentemente, Pepe se abría para relatar la delicada situación en la que se encontraba antes de convertirse en un chef televisivo: "Hoy tengo sentimientos encontrados", comenzaba admitiendo.



"Cuando Jordi, Samantha y yo preparamos esta temporada lo tuve claro, teníamos que hacer la gran final aquí, en El Bohio. El motivo es que a mí también 'MasterChef' me ha cambiado la vida", explicaba para intentar transmitir a los aspirantes el poder que puede tener el programa de TVE.

A pesar de que ahora es uno de los cocineros más famosos de España, el toledano confesaba que no siempre ha tenido este éxito y que 'MasterChef' le salvó de una situación que no pintaban nada bien: "Cuando me llamaron para ser juez estaba en una situación muy complicada, pero muy complicada. Los negocios son así, y por más ilusión que le pongas no siempre cuadran las cuentas. Vamos, que estaba al límite".

Gracias a la televisión, y tras mucho trabajo, la situación de Pepe es otra: "8 años después y 18 ediciones después, puedo decir con orgullo, que no solo El Bohio sigue en pie, sino que he tenido la gran suerte de transformarlo en el restaurante que siempre he soñado". Sin embargo, esta bonanza se ha visto frenada de golpe por culpa de la pandemia: "Pero el coronavirus se ha interpuesto en nuestras vidas, y El Bohio lleva cuatro meses cerrado. Vosotros sois los primeros en encender los fogones. Los primeros, y por desgracia los últimos porque por más que me duela aún queda un rato largo para que los hosteleros podamos recuperar la normalidad en los negocios".

Estas confesiones del juez del programa pillaba a todos de sorpresa, pero admitía que lo hacía para poner en valor el poder de 'MasterChef' y como la cocina ha salvado a muchos durante estos meses: "Si os cuento todo esto no es para que estéis tristes. Todo lo contrario. Una vez más, 'MasterChef' ha sacado su varita mágica y nos ha permitido poder seguir cocinando sueños en mitad de una pandemia", decía emocionando a los presentes. "El discurso de Pepe ha sido brutal, tiene una humildad increíble y es un guerrero", terminaba admitiendo Luna, una de las aspirantes.

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