¿Cómo se están preparando los gimnasios para la reapertura?

La crisis del coronavirus puede acabar con el concepto "low cost" en este negocio
¿Cómo se están preparando los gimnasios para la reapertura?

 

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Hay más de uno en cada barrio. La fiebre del Fitnes provocó la aparición de multitud de gimnasios, ya sean grandes espacios - generalmente franquicias concebidas para el gran gran público - particulares, o los llamados “gimnasios boutique” donde se mima al cliente, no hay aglomeraciones ni problemas para acceder a las clases, entrenadores personales y todo muy personalizado para quienes han hecho del fitness un aparte de su vida. Pero hoy languidecen sin mucha previsión de futuro. No podrán abrir hasta la fase I y en ese momento lo harán con cita previa, atención personalizada, es decir un entrenador por cliente guardando la distancia de seguridad y sin uso de vestuarios.

LUCES ULTRAVIOLETA Y PURIFICACIÓN DEL AIRE

Será en la fase 3 cuando se permita un 30% del aforo, con distancia de seguridad, y con los vestuarios cerrados. A falta de conocer las condiciones concretas para la reapertura, las empresas deportivas consensúan un protocolo de seguridad. Trabajan en implantar medición de temperatura, purificación del aire, mamparas en la sala Fitness, luces ultravioleta y alfombrillas desinfectantes. La seguridad es lo primero, lo tienen claro pero se requiere una gran inversión y la limitación de clientes reduce considerablemente los ingresos. Esta apertura limitada llegará en la temporada más baja, en Junio. La gente hace deporte en la calle, ya piensa en vacaciones y deja el gimnasio. “Se ha perdido la mejor temporada, la que comienza tras las Navidades, cuando todos quieren prepararse y ponerse en forma”.

¿QUIÉN PUEDE ABRIR ASÍ?

Muchos no van a abrir en esas condiciones. Las cadenas estudian posibilidades, y sobre todo echan números. Se cae el concepto de Gimnasio “Low cost” la moda que llegó de Europa, que vive de una gran afluencia de público a un precio muy bajo. Hay que hacer fila para todo, bicicletas, cintas etc... y apuntarse en una lista si se quiere tener opción a entrar en una clase.

Peores son las perspectivas de los pequeños locales exclusivos que miman al cliente y controlan el aforo. Koldo regenta uno de ellos y explica a COPE que si limita el aforo y a las clases no puede acudir gente, "la política de precios no cuadra, los números no salen”. Sus clases eran como mucho para 15, ahora es impensable que sólo puedan estar 5. No se sabe cómo se comportarán los clientes, si estarán dispuesto a volver o no se sentirán seguros a que haya una vacuna.

En los clubes cuentan con que quienes acuden regularmente no lo hacen sólo por el deseo de socializar, o hacer ejercicio, es algo que entra en su plan de vida y no van a renunciar a ello. La motivación que tienen en el gimnasio no la tiene en casa ni corriendo por la calle. También cuentan con que las cuotas que se pagaban hasta ahora no serán suficientes para mantenerse abiertos y ¿los clientes podrán asumir una subida de precios?

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