¿Qué son los "viajes slow"? ¡Apúntate a esta nueva moda!

Te proponemos que no seas un mero espectador, que seas un viajero slow para descubrir la riqueza y diversidad que te brinda cada destino ¡Descubre cómo!
Slow Travel
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Locutora /DJ

Tiempo de lectura: 4’

¡Basta ya de prisas y de estrés! Bastante estrés tenemos a lo largo del año como para estresarnos que si preparando las vacaciones, haciendo las típicas reservas de apartamento, compra de billetes de tren, compras para ochocientos modelitos playeros...Un largo etcétera que no termina nunca y que lo único que nos deja es la cuenta vacia y muchos dolores de cabeza en nuestros viajes, algo que se aleja de las expectativas iniciales al irnos de vacaciones. ¿Por qué? Muy fácil, porque al igual que en nuestra vida diaria, en nuestras vavaciones se ha impuesto la regla de lo rápido, empezando por algo tan importante como la alimentación, y se ha extendido a otros ámbitos como la forma de viajar. Almorzamos mientras caminamos, pasamos nuestro tiempo libre en centros comerciales o vamos prácticamente corriendo a todas partes.... Todo esto forma parte de esa vida trepidante ya asentada en nuestras sociedades mediterráneas, tradicionalmente dadas a la tranquilidad y a disfrutar del momento. Este es el verdadero motivo por el que ha nacido esta nueva moda de viajar sin estrés o "slow travel".

CAMBIA TU MODUS OPERANDIS AL VIAJAR ESTE VERANO

Y es que al viajar con calma conocemos otros mundos y culturas y abrimos la mente a lugares remotos que, con el ritmo de vida rápido, los viajes con prisas para visitar miles de monumentos y tacharlos en el mapa, pasando por las ciudades y pueblos y quedándonos solo en lo superficial, sin conocer su esencia e idiosincrasia, al final es algo vanal que se queda en nuestra retina o en nuestras instantáneas pero sin más, ya que las prisas no nos dejan interiorizar el momento. Por esto, esta nueva corriente busca descubrir la riqueza de la diversidad y los pequeños placeres de la vida, conocer a fondo un lugar, mezclarse con sus gentes, comida, lengua o cultura y, en definitiva, descubrir y admirar otras formas de vida tan distintas y a la vez tan parecidas.

¿CUÁLES SON LOS ORÍGENES DEL "SLOW TRAVEL"?

Este movimiento nació en los años ochenta como contestatario del ritmo de vida acelerado que vivimos en las ciudades. Cuando el italiano Carlo Petrini se enteró alrededor de 1986 de que iban a abrir una conocida marca de comida rápida en la Plaza de España en Roma, se enfureció de tal modo que fue el precursor de esta nueva forma de entender la vida. Así, las primeras iniciativas surgieron en torno a la alimentación, la llamada "slow food" en contraposición de la tan asentada "fast food". Esto suponía degustar productos de calidad, debidamente cocinados, con denominación de origen, acompañados de un buen vino, una buena presentación y en un entorno agradable, es decir, una clara oposición a lo que se venía dando en alimentación en los últimos años, comida de bufé, hamburgueserías....

Los viajes slow son cercanos al estilo mochilero que busca, por encima de visitar las ciudades, descubrirlas, disfrutarlas, sorprenderse y, consecuentemente, integrarse en ellas.

¿CÓMO SER UN VIAJERO "SLOW TRAVEL"?

Sencillo. Fluye con el biorítmo de tu estado de bienestar. No te aceleres y sumergete en lo maravilloso que es vivir en el ahora sin hacer excesivos planes de qué monumentos visitar. Al final lo más importante para ser un "slow travel" es tener ganas de viajar y disfrutar, sin más. Lo demás deja que vaya fluyendo. Confia. Porque si confias todo irá bien, creéme. Te lo digo yo que soy toda una viajera "slow travel".

MI EXPERIENCIA COMO "SLOW TRAVEL"

Mi chico, Leo y yo, somos unos viajeros empedernidos pero, y atención porque el pero es importante....¡no tenemos digamos...mucho dinero para permitirnos viajar a todo trapo y a todos los lugares que quisieramos! De hecho, yo creo que es inviable, para todos los mortales, viajar a todo trapo. Bueno, sin contar a los influencers, que esos van a todo trapo porque no lo pagan, claro está... Bromas a parte. Viajar mola pero tienes que tener dinero. Eso es así. Pero sino lo tienes, tranqui, porque puedes pegarte todos los viajes que quieras haciendo una pequeña inversión: una furgoneta. ¡Es una maravilla poder disfrutar de miles de destinos sin tener que reservar hoteles ni lios parecidos! ¡Despertarse con vistas al mar, literalmente, en primera línea, no tiene precio! Nosotros desde que la compramos lo tenemos claro: ¡La vida del camper, la vida mejor!

Y así fue, como emprendimos este viaje tan maravillo como viajeros camperizados. Un día sin más, nos compramos una furgoneta camper, aunque bueno, por aquel entonces no era todavía camper, y bueno, eso más que una furgoneta al principio parecía un trastero. La compramos super barata, eso sí, porque había sido de un ferretero que ya no la usaba, y aunque era pequeñita tenía todo lo necesario para poder meterle una cama para poder viajar donde quisieramos con ella usándola de dormitorio/cocina/salón. Tres espacios en uno, sí lo sé, parece imposible pero no lo es, te lo dice esta menda, especialista en hacer puzzles con los muebles de mi piso de 43 metros cuadrados. Y es que al final, no necesitas mucho más para ser feliz y hacer tu sueño realidad de viajar. Fijate nosotros solo tenemos en nuestra furgoneta camperizada lo indispensable: una cama plegable que se hace sofá, cortinas opacas para evitar que pase la luz del sol y, ( bueno, que no te vea los vecinos) una mesa, unas sillas, unos fogones eléctricos y una neverita. ¡Y ya estaría! Listo para trotar por donde lo desees.

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