La rocambolesca vida de un millonario que lleva 20 años náufrago en una isla desierta con sus dos 'novias'
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Ahora tiene 76 años, pero David Glasheen lleva más de dos décadas viviendo la isla australiana de Restoration con la única compañía de su perro, dos 'novias' muy especiales y los pocos turistas que acuden a visitar el paraje desértico. No obstante, poco se parece a la vida que un día ostentó como corredor de bolsa de éxito, en la que llegó a ganar varios millones de dólares. Ahora, alejado de todo tipo de lujos, sobrevive con poco más que cocos, almendras, sus propios cultivos y lo que consigue en otra isla cercana.
Una historia conocida durante la pandemia gracias a un reportaje del diario británico Daily Mail, que descubría al mundo la historia de David. Allí tiene, según sus propias palabras, todo lo que necesita: un buen arsenal de libros y el amor de dos maniquíes que les hacen la suerte de novias: Miranda y Phyllis. No obstante, como el propio náufrago reconoce, lleva más de 20 años esperando el amor de “una buena chica”. Y es que la vida de David era muy diferente antes de llegar a Restoration y a Australia, cuando estaba casado y era un hombre de éxito.
Un millonario toma una decisión irrevocable
El 19 de octubre de 1987 Wall Street vivió su mayor caída estrepitosa en bolsa desde el conocido como el martes negro de 1927. El índice Dow Jones se desplomó 508 puntos, un 22,6% y David Glasheen perdió la mayoría de sus inversiones. Un duro golpe económico del que no terminó de recuperarse tampoco en su vida personal, terminando en un dramático divorcio. Así, el hombre de por entonces 50 años se obsesionó con libros y películas centrados en la supervivencia y, en 1997 decidió tomar la decisión de dejarlo todo y marcharse a una isla desértica en Australia.
Viajó con apenas tres camisas, dos pares de pantalones cortos, unas bermudas, una linterna, un montón de libros y pasta de dientes y un cepillo de dientes. Ahora, 23 años después, el panorama es bastante diferente. Glasheen ha aprendido a vivir con una dieta estricta de cocos, almendras de playa, cerezas, alcaparras y ciruelas, como él mismo cuenta en el reportaje del medio británico.
Además, cuenta con conexión a internet para comunicarse con el resto del mundo a través de unos paneles solares que utiliza específicamente para proveerse de energía. También realiza viajes esporádicos una vez al año para almacenar jabón, detergente, pasta de dientes y papel higiénico.
David, a punto de ser desalojado de la isla
No obstante, el modo de vida de David puede dar un giro de 180 grados en los últimos meses. Según asegura él mismo, cuando el gobierno australiano tuvo conciencia de su situación, pasó a reclamarle una cantidad de 13.000 libras anuales de alquiler, todo ello mientras dejase que pudieran transitar turistas. Ahora, y como él mismo asegura, ha habido un cambio de planes.
El gobierno de Australia asegura que espera desalojar a David en los próximos meses para acometer la construcción de un complejo turístico en la isla en la que el ex millonario ha encontrado paz y descanso, lejos de una vida de lujos y ajetreo.
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