Un perro muerde a su dueña y las consecuencias jamás las olvidará

Las cámaras de seguridad del domicilio de Sabreena captaron unas imágenes que, seguramente, no olvidará nunca cuando, su perro, decidió de manera repentina y sin previo aviso lanzarse hacia su brazo y morderle. Unas imágenes que han dado la vuelta al mundo cuando se ha descubierto la historia detrás del bulldog que la joven tenía en su piso y que ha revelado a los medios de comunicación: se trata de un incidente que ella misma vio venir.

Sin embargo, el otro gran protagonista de esta historia es el padre de Sabreena que, en el último momento, decidió intervenir en la escena para que la cosa no fuera a mayores, tal y como recogen las cámaras. Un momento violento y desagradable tras el que ambos no olvidarán jamás las consecuencias.

Una joven adopta a un perro del vecindario

Un mes antes del incidente, Sabreena encontró a un bulldog en plena calle. Como en la casa ya convivía un gato y otros dos canes, la joven decidió llevarlo a su domicilio y ponerle de nombre Zeus. Las primeras semanas transcurrieron con total normalidad y calma como la propia protagonista cuenta en una entrevista con el medio norteamericano Inside: “El perro era muy amigable, me besaba en la cara y me abrazaba cada vez que podía”.

Pero ocurrió lo más impensable. En ataque de furia, Zeus atacó y mató al gato de la casa de un mordisco. Sin duda se trata de un incidente que pondría en alerta a cualquier dueño, pero la joven, amante de los animales en general, decidió quedarse con el bulldog callejero a pesar de las recomendaciones, como ella misma reconoce. Como cabía esperar, Zeus se fue finalmente a por las otras dos mascotas, dos perritos de pequeño tamaño y, finalmente, a por Sabreena.

El perro da un 'mordisco' a su dueña

Todo ocurrió en el salón de la casa de Sabreena en Holywood, en el estado de California. A través de las cámaras de seguridad de la propia vivienda medio mundo ha podido ver el momento en el que Zeus se abalanza sobre su dueña y le da primero un mordisco en el pie para, posteriormente, engancharse al brazo por la boca. “Simplemente estaba en estado de rabia y se volvió contra mí”, explica Sabreena en televisión.

“Estaba haciendo todo lo que podía para liberarme de él, pero trepó y se agarró de mi brazo, no me soltaba”, lamenta. En el propio vídeo se aprecia como animal y mujer pelean a lo largo y ancho del salón en un intento futil por zafarse. “Fui a la puerta de la casa, mi padre estaba justo al lado cortando el césped, por lo que inmediatamente cogió un palo e intentó apartarle”.

Las consecuencias no las olvidará jamás

“No sabía si iba a perder el brazo”, confiesa Sabreena mientras enseña las heridas tanto en su pierna como en su brazo. La intervención de su padre con un palo fue crucial para separar a su hija del perro, al que vinieron a recoger la protectora de animales del condado. Ahora, la joven vive solo con sus dos mascotas originales y sin su gato pero, de una forma extraña que ni ella alcanza a explicar, se siente mal por la marcha de Zeus, a pesar de que podría haber perdido la vida: “Estaba triste, a pesar de toda la situación, era un buen perro”.

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