¿Llevar mascarilla nos hace más guapos? La ciencia resuelve este misterio
Locutora /DJ
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Este año, no está siendo un gran año, pero ojo porque aunque no te lo creas está teniendo aspectos positivos. Lo acaba de confirmar la ciencia, y es que te has dado cuenta de que desde que llavamos mascarilla como algo habitual, la gente como que parece que es más guapa. Hoy vamos a resolver esta reflexión con un argumento sencillo de psicología que ha planteado la ciencia recientemente, ¡allá va!
UN HÁBITO RESPONSABLE QUE TIENE UNA PARTE MENOS MALA
De corazón, que te entendemos cuando piensas que esto de llevar mascarilla no es nada cómodo, pero hay que seguir realizando este esfuerzo para poder llegar a un buen fin el día que todo esto se acabe. Y es que lo de llevar mascarilla se ha convertido en una de las medidas de protección contra el coronavirus que se va a quedar con nosotros hasta el final, eso es inamobible. La mayoría de la gente es responsable con el uso de la mascarilla, aunque siempre hay alguno que o le da un mal uso o directamente no la lleva puesta. Por suerte para todos, son los menos.
LAS LEYES DE GESTALT
Lo que para las personas de a pie es todo un misterio, resulta que desde el punto de vista de la psicología es algo bastante sencillo y se explica através de las leyes de Gestalt. Al parecer nuestro cerebro nos engaña, pero tranqui porque todo tiene un porqué. No es culpa suya, ojo, sino de uno de los principios más básicos de las teorías de la percepción: nuestras mente siempre rellena los huecos que no ve, bien sean figuras incompletas o rostros humanos, porque necesita darle un sentido a lo que quiera que tengamos delante.
Es más, si nuestra mente no tiene la suficiente información como para completar una imagen y que se ajuste a la realidad, se inventa los datos que le faltan, ahora entiendo porque veía a mis vecinos más guapos, si esque todo tiene una explicación. Bromas aparte. Si nos referimos a la percepción de las personas entrarían en juego estas leyes de percepción, que indican que cuando completamos un rostro, la mente atribuye o se inventa la mejor forma posible para poder completarlo.
¿CUÁNDO NOS PASA ESTO?
Pues mira, esto nos pasa mucho cuando por ejemplo, ves a alguien por la calle con unos enormes y preciosos ojos verdes, rodeados de espesas pestañas negras. Tu mente, en ese momento, presupondrá que el resto de sus rasgos son igual de atractivos, y conformará un rostro simétrico, una dentadura perfecta y blanca o unos labios carnosos. Es más, es muy poco probable que a la persona que tienes enfrente le asocies un grano gigantesco en la nariz, o los dientes totalmente torcidos, aunque en realidad tenga una cara menos agraciada detrás de la mascarilla.