Los grandes peligros a los que nos enfrentamos con la avispa asiática

Cuando sólo faltan diez días para el inicio del verano, algo que sucederá el próximo 20 de junio, y estamos a punto de salir, por fin, de las restricciones de movilidad impuestas por el estado de alarma, son muchos los españoles que ya piensan en sus vacaciones.

Será un año atípico, a causa del coronavirus, y donde parece ser que los destinos de costa van a perder cierto protagonismo con respecto al denominado turismo rural de interior. De hecho, son ya numerosas las reservas que se están registrando en casas y establecimientos rurales.

CONOCE EL PELIGRO DE LA AVISPA ASESINA

Pero el verano trae consigo también a unos insectos con los que hay que andarse con mucho ojo, pues pueden acarrearnos enormes problemas, incluso provocar la muerte. No estamos refiriendo a la 'Vespa velutina', popularmente conocida como ‘avispa asiática’ o ‘avispa asesina’.

Se trata de una especie invasora proveniente del sudeste asiático, de ahí una de sus denominaciones: ‘avispa asiática’. Al igual que otras de su especie, se alimenta de todo tipo de insectos que habitan los campos como hormigas, mariposas, pulgones, etc., aunque también lo hace de otras abejas, cuya carne utilizan para alimentar a sus larvas, lo cual supone todo un problema para el ecosistema donde se introduce pues al detectar su presencia, el resto de abejas no salen de sus colonias y, por lo tanto, dejan de poner huevos, con lo que acaban desapareciendo.

PRINCIPALES DEPREDADORES Y ASENTAMIENTOS

Esto, sumado al hecho de que en Europa apenas tienen depredadores, sólo algunas especies de pájaros como el alcaudón dorsirrojo, el abejero y el abejaruco europeos, además de aves como la urraca e incluso las gallinas, hacen que se haya podido con relativa facilidad, desde que llegaron a Francia en 2004.

En concreto, en la Península Ibérica se detectaron los primeros ejemplares en 2010, procedentes del país galo, asentándose principalmente en la zona norte del país, y habiéndose detectado enjambres de avistas asiáticas a lo largo de estos años en zonas de Galicia, País Vasco, Cataluña, Navarra, Castilla y León, e incluso en Baleares, principalmente.

SU VERDADERO PELIGRO

Eso sí, más allá de lo impactante de su nombre: ‘avispa asesina’, para el ser humano, salvo que se sea alérgico a la picadura de estos insectos, en cuyo caso puede ser mortal, no supone mayor peligro que el de la avispa europea. De hecho, la única diferencia que existiría, según los propios expertos es que, al ser más grande la asiática, inyectaría una mayor cantidad de veneno al cuerpo que la común.

Rompemos aquí un mito, pues lo de ‘asesina’ no es por los seres humanos, sino, como ya contamos anteriormente, porque arrasan con los enjambres de otras especies de avispas. Es más, no se ha detectado un aumento en el número de picaduras de la avista asiática, entre otras cosas, porque, como otros de su especia, prefiere rehusar el enfrentamiento salvo que lo que esté atacándose sea su nido, en cuyo caso si podemos tener un verdadero problema.

CÓMO DISTINGUIR UNA AVISPA ASIÁTICA

La principal diferencia que presenta la avista asiática respecto a la europea es su tamaño, que algo más grande, pudiendo alcanzar los 2,5 centímetros de largo las obreras y un centímetro más, 3,5, las reina.

Además, de su tamaño, sus colores también contribuyen a intimidar al resto de especies, incluso al ser humano, puesto que tanto su tórax como su abdomen son de color negro, exceptuando el cuarto segmento que es amarillo. Las patas destacan por sus extremos amarillos y las alas son de color oscuro.

Esta especie de avispa habita,como es normal por su procedencia, en zonas húmedas y templadas, por eso suele ubicar sus nidos en acantilados o las copas de los árboles. Éstos, que tienen forma esférica, pueden llegar a alcanzar un tamaño mayor que el de un balón de baloncesto y albergar a unos 2.000 ejemplares.